Hoy he leído esto y quería compartirlo con vosotros.En tres idiomas mejor que en dos: http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/05/11/actualidad/1336763445_967242.html
Me ha hecho reflexionar sobre la que va a ser otra de mis labores como au pair: enseñar otro idioma a la niña que cuidaré. Y la verdad es que me parece una preciosa responsabilidad.
Cierto es que cuento con ventaja. Los papás de la niña están interesados en que ella aprenda también algo de español conmigo porque el papá es español, por lo tanto no será un idioma totalmente nuevo para ella. Tendré que mantener una conversación al respecto con ellos para saber qué importancia le quieren dar a este tema para yo saber desde dónde y cómo enfocarlo.
Lo indudable, y como se dice en este artículo es que la ventaja de dominar varias lenguas, es evidente. Y aprenderlo desde que se nace, jugando, sin darte cuenta, me parece envidiable.
Mi nivel de inglés ahora mismo se podría decir que es el de un jóven español que ha estudiado inglés en el colegio. Aunque siempre saqué las mejores notas en inglés, se me daba muy bien. Con el sistema educativo de este país no se podía avanzar más. Mis padres también hicieron lo que pudieron, estuve muchos años dando clases extraescolares. Lo bueno que yo creo que aporto es que voy dispuesta a no tener miedo a equivocarme y que a la hora de comunicarme con niños, sobre todo, por mi trabajo, cuento con herramientas de expresión no verbal a las que estoy segura que voy a sacar mucho provecho.
Esta es otra de las razones por las que no quiero quedarme sin aprender otra lengua. En un futuro, a mis hijos, si es que los tengo, me gustaría darles esa posibilidad.